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Cuando Christina Koch se prepara para una misión espacial, no se trata solo de ciencia o valentía. Es, también, un ritual. Vestirse para el espacio no es como ponerse un uniforme cualquiera. Es como calzarse un sueño que se ha tejido durante décadas, desde su infancia en Carolina del Norte hasta convertirse en una de las astronautas más inspiradoras del siglo XXI.

Koch, quien ya dejó huella en la historia con la primera caminata espacial exclusivamente femenina y con el récord del vuelo espacial continuo más largo de una mujer, ahora se enfrenta a un nuevo desafío: la Misión Artemis II, el primer vuelo tripulado hacia la Luna en más de 50 años. Aunque no bajará a la superficie lunar, será parte del regreso de la humanidad a la órbita de nuestro satélite. Y para ello, el vestuario lo es todo.

 

Primera parada: la nave Orión

Antes de subir a la nave Orión, Christina vestirá el traje espacial naranja “Orion Crew Survival System” (OCSS), el sucesor moderno del famoso traje de los vuelos del transbordador. Este traje es su “segundo pellejo”, diseñado para protegerla durante el lanzamiento a bordo del poderoso cohete SLS (Space Launch System) y en caso de una emergencia durante el regreso. Es ligero, flexible, y más cómodo que sus predecesores, pero sin perder su esencia de escudo vital.

El OCSS no es un traje para caminar en la Luna, sino para sobrevivir en las condiciones más extremas dentro de la cápsula. Pesa alrededor de 20 kilos, tiene un casco presurizado, guantes reforzados y un sistema de soporte vital integrado. Christina lo conoce como la palma de su mano. ¿Cómo no? Lo ha entrenado una y otra vez, como una coreografía que debe salir perfecta.

 

El ensayo invisible: entrenar en la Tierra para sobrevivir en el espacio

Koch se ha preparado durante años en instalaciones como el Centro Espacial Johnson, donde pasó horas dentro de maquetas de la nave Orión, sumergida en piscinas gigantes como el Neutral Buoyancy Lab, o simulando emergencias en cámaras presurizadas. Allí, el traje deja de ser solo una prenda: se convierte en un compañero, casi en un personaje más de esta historia épica.

Y aunque Artemis II no incluye caminatas lunares, Christina también se ha entrenado con los nuevos trajes xEMU (Exploration Extravehicular Mobility Unit), pensados para futuras misiones Artemis que sí pondrán botas sobre la Luna. Estos trajes representan lo mejor de la ingeniería espacial actual: son más articulados, tienen mejores sistemas de soporte vital, se adaptan mejor a la morfología femenina y ofrecen mayor visibilidad. Si los antiguos trajes eran armaduras, los xEMU son trajes de danza. Permiten moverse, doblarse, explorar.

 

Durante el vuelo: del escudo al descanso

Una vez en órbita, y superada la fase de riesgo, Koch podrá dejar su traje de vuelo y pasar a la ropa intravehicular: conjuntos cómodos y funcionales que usan los astronautas dentro de la cápsula. En ese punto, el traje de supervivencia queda a un lado, esperando silencioso el regreso, como un par de botas junto a la puerta tras un largo día.

Pero ese descanso es apenas una pausa. El regreso es otro momento crucial: al reingresar en la atmósfera terrestre, el traje vuelve a entrar en escena. Protege del calor, de la presión, del vacío… en fin, de todo lo que podría salir mal. Como un paracaídas que nunca ves desplegarse, pero sabes que está ahí, listo para salvarte.

 

El valor de lo que se lleva puesto

Los trajes espaciales de hoy no son simples herramientas: son símbolos. Reflejan décadas de avances, pero también de luchas. Durante años, las mujeres astronautas tuvieron que adaptar trajes diseñados para cuerpos masculinos. Hoy, gracias a mujeres como Christina, los nuevos diseños contemplan la diversidad de cuerpos y necesidades.

Vestirse para ir al espacio es, en su caso, una metáfora viva de lo que significa abrir caminos. Porque cada vez que se pone su traje, Christina Koch no solo se protege a sí misma. También protege los sueños de las niñas que, al verla, imaginan que ellas también podrían, algún día, tocar las estrellas.

 

Inside the Astronaut Crew Quarters at the Neil Armstrong Operations and Checkout Building at NASA’s Kennedy Space Center in Florida, Artemis II crew member NASA astronaut Christina Koch is shown wearing a test version of the Orion crew survival system spacesuits the crew will wear on launch day as part of an integrated ground systems test .

Crédito: NASA

Wilma Ortega

Soy Wilma Ortega, empresaria y apasionada por la innovación tecnológica y los descubrimientos científicos.

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